Peter Wohlleben

Nacido en 1964, Peter Wohlleben ya había decidido de pequeño que quería dedicarse a la conservación de la naturaleza. Estudió silvicultura y fue funcionario de la Administración Forestal Estatal durante más de veinte años. Ahora dirige una academia forestal en la región de Eifel y trabaja en todo el mundo por el retorno de los bosques primitivos. Es invitado en numerosos programas de televisión, da conferencias y seminarios y es autor de libros sobre los bosques y la conservación de la naturaleza. Ha inspirado a personas de todo el mundo con sus bestsellers La vida oculta de los árboles, La vida interior de los animales, La sabiduría secreta de la naturaleza y El vínculo secreto entre el hombre y la naturaleza. Recientemente ha publicado la revista «Wohllebens Welt». En 2019 recibió la Medalla Bávara a la Conservación de la Naturaleza por su forma emotiva y poco convencional de impartir conocimientos.

ENTREVISTA CON PETER WOHLLEBEN “VUELTA A LA NORMALIDAD”

¿Puede decirnos primero qué le hizo decidirse a escribir La vida secreta de los árboles, y por qué este libro, de entre todos los libros, ha tenido un éxito tan enorme?

En primer lugar, tengo que decir que nunca me he visto como un escritor o un autor. Soy guardabosques. Ese fue siempre mi trabajo soñado y lo sigue siendo hoy, es toda mi pasión. Fue mi mujer la que me instó a empezar a escribir: fue ella la que me sugirió que escribiera lo que he estado contando a la gente durante mis visitas guiadas a los bosques durante los últimos 30 años. Mi mujer tuvo la idea de que debía hacerlo porque realmente querían leer lo que habían oído, pero no había ningún libro al respecto. ¡Sólo hay que escribirlo! Me dejé convencer: así fue como me puse a escribir.

Ya había escrito 15 libros antes de La vida secreta de los árboles, en los que hablaba con bastante pesimismo sobre el estado de la silvicultura y los bosques en Alemania, un tema que, naturalmente, sigo tratando a nivel político. Por supuesto, eso no es tan agradable de leer. Pero también se puede abordar el tema de otra manera. Se puede empezar diciendo lo maravillosos que son los árboles en general, algo que muchos desconocen por completo de esta manera. Hubo rechazos de muchos lados, especialmente de la prensa, antes de la publicación del libro: pensaban que sería mortalmente aburrido – un libro sobre árboles, bueno, qué tiene de bueno entonces… Lo importante, creo, es tener una actitud positiva. Se puede ser crítico, aunque ese no es el objetivo principal de este libro, pero sería bueno que hubiera un final feliz. Lo bueno es que esto no es imposible, incluso cuando se mira el cambio climático y todas estas cosas.

¿Es usted realmente optimista?

Nos gusta decirnos a nosotros mismos que el mundo perfecto ya no existe, que quien sueña con el supuesto mundo perfecto está haciendo escapismo. Yo no creo que eso sea cierto. Nuestro problema es que, durante siglos, hemos visto la naturaleza en términos demasiado técnicos, como una gran máquina, como una maquinaria, como si los árboles fueran autómatas orgánicos inanimados que trabajan a nuestro alrededor. Ahora sabemos que la distinción tajante entre animales y plantas no existe. Actualmente, la ciencia conservadora está superando al esoterismo. Por ejemplo, los investigadores han descubierto en los últimos años que las plantas pueden sentir realmente el dolor. La ciencia está corroborando lo que los esotéricos sospechaban desde hace tiempo. Se ha llegado al punto de saber que los árboles pueden contar, tienen memoria, pueden recordar y transmitir conocimientos. Eso es algo que se habría sospechado como mucho, si es que se hace, en el reino animal. De hecho, no estamos incurriendo en ningún escapismo con nuestro deseo de un mundo perfecto. Se trata más bien de que los seres humanos nos hemos alejado de la naturaleza. Poco a poco estamos volviendo a la situación normal: los árboles son seres sensibles, ¿y por qué no iban a serlo? Eso también se siente mucho mejor. Siempre lo hemos sabido intuitivamente.

¿Y esto es lo que transmite su libro?

El atractivo del libro es una mezcla de hechos sorprendentes preparados de tal manera que incluso los profanos pueden encontrarlos fáciles de leer, así como una actitud básica positiva: Podemos cambiar algo. Eso es alentador. El hombre es un ser social, pero, fuera de nuestra comunidad, todo es una lucha en la naturaleza. Esta es una visión generalizada con la que muchos de nosotros hemos crecido. Sin embargo, se basa en una interpretación errónea del concepto de evolución. Darwin habla sobre ello en su teoría de la «supervivencia del más fuerte». Pero eso es erróneo: «la supervivencia del más apto» significa «el más adaptado sobrevive», eso es lo que quería decir Darwin. Quien se adapta a un sistema no se impone a él, sino que interactúa con él: la cooperación. Ahora se puede demostrar científicamente que los árboles que cooperan bien alcanzan una edad especialmente avanzada, que hay ecosistemas especialmente estables. Esto es lo que estamos viendo ahora, después de estos veranos calurosos y secos: el bosque no ha sufrido ningún daño en las reservas antiguas donde el sistema está intacto. Los árboles se enfrían juntos, apoyando a los ejemplares débiles para que no perezcan. La comunidad es mucho más capaz de sobrevivir que sus miembros individuales. En tiempos como los nuestros, esta es una idea muy política.

¿Cómo surgió la adaptación cinematográfica de La vida secreta de los árboles?

Cuando escribía el libro, nunca imaginé que algún día se convertiría en una película. ¿Cómo podría? Eso está muy lejos de mi realidad. Pero me entusiasmó la idea cuando Constantin Film preguntó a mi agente por los derechos cinematográficos. Tengo mucha curiosidad. ¿Cómo se hace una película a partir de un libro de no ficción, especialmente uno como el mío? Cuando Hape Kerkeling habla de su infancia, tienes imágenes cinematográficas ante los ojos de tu mente, incluso cuando se trata de un libro de no ficción. Eso es algo que todo el mundo puede entender. ¿Pero La vida secreta de los árboles como película? ¿Cómo es posible, si no va a ser simplemente un documental sobre la naturaleza, como tantos otros anteriores?

¿No se dio cuenta de que iba a participar directamente?

Pensaba que todos se irían y me enseñarían la película en algún momento. Y no sólo estuve involucrado, sino que formé parte del rodaje durante más de un año y medio. Fue una experiencia loca.

¿Cuál fue su rol durante el rodaje?

Una parte del libro se presenta en la película a través de las imágenes de la naturaleza de Jan Haft, y la otra parte es como un documental, con el director Jörg Adolph. Me sigue, observa lo que hago en el bosque y con otras personas. Mostramos cosas que son motivo de preocupación, como la petición de ayuda de la pequeña tribu india de la isla de Vancouver donde se iba a talar el bosque, o lo que está ocurriendo en el bosque de Hambach. Pero también la otra cara de la moneda, que da motivos de esperanza, porque se ve que las cosas se pueden hacer de otra manera y que eso ya está ocurriendo en muchos casos. Se ha producido un cambio en la mentalidad de la gente, a gran escala. El secreto está en tener la mezcla adecuada: por un lado, no hay que ver las cosas con gafas de color de rosa y descuidar los problemas. Por otro lado, creo que es importante transmitir fascinación y dar una visión positiva. Eso ya está documentado en el libro, pero creo que se refleja aún más intensamente en la película.

¿Qué hace que la película sea tan diferente?

Para nosotros era importante que las cosas no fueran explicadas por una voz en off de un narrador omnisciente, sino que los conocimientos provinieran de la propia película, que el conocimiento se transmitiera a través de las imágenes. Eso hace que la película esté realmente viva. A primera vista, las escenas están ambientadas en distintos ámbitos, pero, editadas juntas, se complementan entre sí para presentar declaraciones fantásticas que a veces hacen sonreír, pero que también abordan temas serios sin tener ninguna agenda educativa subyacente. Eso sería una tontería.

¿Cómo lo han conseguido?

Estuvimos filmando durante mucho tiempo, como he dicho antes, la cámara estuvo siempre conmigo durante un año y medio. No tengo ni idea de cuántos cientos de horas de metraje se rodaron para que ellos los seleccionaran. Pero los realizadores encontraron exactamente las escenas adecuadas para apoyar cinematográficamente las distintas teorías del libro. Se puede pasar del bosque a un seminario, a la feria del libro, a un estudio de televisión y luego de nuevo al bosque, todo ello abordando ese aspecto concreto que era el centro de atención en ese momento. Así que también es muy entretenido y diverso de ver – y, al mismo tiempo, hay un valor añadido en comparación con el libro porque te llevan a un viaje cinematográfico que te transporta a otros lugares y te asombra continuamente.